Jofiel - Helios

HISTORIA

Para contarles sobre mi pasado, debo hablar antes de mis padres, pues los sucesos que marcaron mi destino están estrechamente ligado al de ellos.

Mihail y Netzael, mi padre y mi madre respectivamente, nacieron entre los seres primigenios cuando la luz desato el proceso del que nacería nuestra raza, se amaron desde el primer instante convirtiéndose en una pareja amorosa y estable de cuya unión nací primero yo y un par de años después la encantadora Maghael.

La vida era generosa con nuestra familia, vivimos días de dicha que se atesorarían en mi corazón, mientras crecía junto a Maghael explorando los alrededores de la cabaña que llamábamos hogar. Sin embargo esta armonía en la que vivíamos se desgarro fatalmente sin que lo percibiéramos a tiempo de evitar sus consecuencias.

Viajando por el espacio como un incandescente cometa que atraviesa el firmamento arrastrando su estela, mi padre visito otros mundos, descubriendo y explorando para traer a nuestro propio mundo los secretos de las estrellas, sin embargo en uno de esos viajes se encontró con una criatura de naturaleza obscura, un demonio.

El demonio percibió la gran energía que albergaba el corazón de Mihael, ese trozo de mineral vivo que late dentro de cada ángel, lo codicio de inmediato para si y sus inescrupulosos fines, pero al intentar arrebatárselo mi padre lo combatió y venció sobre este. Todo parecía acabado para el demonio, su fuerza vital apenas se sostenía dentro del cascaron sanguinolento en que el combate convirtió su cuerpo, desesperado por sobrevivir reunió toda su fuerza vital y se coló dentro del corazón mineral del ángel y allí durmió para recobrar sus fuerzas.

Mihael volvió a casa, ignorante del mal que ahora permanecía aferrado a sus latidos, pero decidido a permanecer cerca nuestro y resguardarnos de la ambición y malicia de seres como el que encontró, lastimosamente sus buenas intenciones no pudieron cumplirse, cuando tras pasar unos meses dormido, el demonio estuvo lo bastante fuerte para poseer por completo a mi padre.

Cuando Netzael noto el cambio en su esencia el desconcierto le arrebato instantes preciosos en los que su muerte se hubiese podido prevenir de reaccionar con prontitud. Su corazón fue arrancado por las manos del hombre amado, sin darle tiempo de emitir al menos un grito de advertencia.

Maghael fue sorprendida en sueños, acurrucada sobre su cama, su cuello apenas puso resistencia dejándola abandonada por siempre dentro de sus fantasías de donde ya no podría volver. Se podría haber esperado que aquel demonio me guardase un fin similar, sin embargo cuando visito mi cuarto sus planes eran otros.

Debido a mi corta edad y lo tierna de mi mente aquel ser supo que podría poseer mi cuerpo con mayor eficacia de lo que podía con el de mi padre, mi juventud le permitiría contaminar mi ser a un nivel tal que mutaría en algo similar a lo que el fue, pero mientras disponía todo lo necesario, no contaba con que ya otros ángeles se dirigían a nuestra cabaña alertados por la súbita extinción de las presencias de mi madre y mi hermana.

Llegaron a tiempo de impedir sus maléficas pretensiones, sin embargo, aun así en sus últimos instantes logro saltar nuevamente, esta vez a mi interior. No recuerdo lo sucedido entonces, la obscuridad me envolvió segándome y aislándome de todo lo demás, pero me contaron después que debilitado como se encontraba el demonio no pudo tomar control de mi y ambos quedamos sumidos en un sueño profundo del que no era posible hacernos despertar, hasta que fui llevado ante los ángeles mayores que practicaron un exorcismo destruyendo la conciencia de la criatura obscura pero no así los vestigios de su esencia, la cual se había impregnado de tal modo a la mía que resultaría imposible retirarla sin dañarme en el proceso.

El resto de mi niñez la pase bajo la estrecha vigilancia de mis vecinos y los adultos que amablemente cuidaban de mi, pero aun cuando todos eran tan gentiles en el fondo se negaban a encariñarse conmigo, temerosos de que aquella mancha que me contaminaba envenenase mi esencia y me convirtiera en un ente maligno al que deberían ejecutar incluso a la menor señal de ello.

Me esforcé por desaparecer todo rastro de aquel demonio, puse empeño en los estudios, practique incansablemente mi tolerancia y a dominar mis arrebatos emocionales, poco a poco la mancha se hizo menos evidente y mientras me convertía en un hombre y aprendía las artes propias de nuestra cultura, como el combate con la espada, el dominio de las ciencias y las leyes, esta impureza fue diluyéndose hasta volverse completamente imperceptible.

Pero incluso cuando he vivido más milenios de los que puedo contar, al punto de que he visto morir y nacer generaciones tras generaciones de aquellos a los que alguna vez llame vecinos o amigos, en el fondo se que aun queda en mi parte de aquella criatura, prueba de ello es que manejo el fuego, un elemento prohibido para nuestra raza sensible a su calor, las flamas no me lastimas ni las altas temperaturas me agobian como a otros, cada día lo vivo temeroso de perderme a mi mismo, de entregarme a mis bajos instintos y ser reclamado por las tinieblas, lucho minuto tras minuto contra esta posibilidad.

FAMILIARES

Padre: Mihail (fallecido)
Alto y robusto, sus cabellos ensortijados caían sobre sus anchos hombros como una radiante cascada de oro que suavizaba sus rasgos masculinos, al sonreír se le formaban hoyuelos en las mejillas y su voz era alta y potente, su grito de guerra sacudía el valle y hacía a los guerreros seguirlo con presteza. Era un guerrero, pero más que nada un explorador ansioso de descubrimientos.

Madre: Netzael (fallecida)
Sus enormes ojos brillaban como zafiros cuando se encontraba feliz o cuando miraba a su amado o a sus hijos. Poseía un carácter generoso que la impulsaba a compartir sus tartas con los vecinos. Sus canciones transmitían paz, acostumbraba entonarlas mientras cepillaba sus largos y lascivos cabellos del tono del cobre.

Hermana: Maghael (fallecida)
Un pequeño pimpollo saltarín, cuyos bucles siempre revueltos caían alrededor de su rostro enmarcando sus rozadas mejillas. Su sonrisa resultaba sumamente alegre y algo cómica al faltarle un diente.

FOBIAS

Temo perder el control sobre mi mismo y volverme contra mis hermanos

HABILIDADES

Teletransportación: es el proceso de mover objetos o partículas de un lugar a otro instantáneamente. Literalmente quiere decir «desplazar a distancia». Los ángeles no se desplazan por este método, como los demonios, pues poseen alas para moverse sobre la superficie. Si bien, estos seres de luz son capaces de hacer aparecer objetos gracias a este método.

Telequinesis: es el proceso de desplazar objetos con la mente. La telequinesis en los ángeles, así como en los demonios, es algo habitual. Desde el nacimiento pueden mover cualquier objeto, si bien la precisión y duración de estos desplazamientos se acrecienta con el paso de los siglos.

Control de elementos: Viento, Agua y Electricidad

Los más jóvenes tan sólo manejan el agua y el viento, pudiendo congelar cualquier elemento así como ayudar a la precipitación de la lluvia. Sin embargo, la electricidad comienza a ser parte de ellos a partir de los 1.000 años. Después de esta fecha empieza el dominio que no es total hasta llegado los 5.000 años, cuando sus poderes maduran por completo.

Barrera de ocultación: Los ángeles pueden caminar por los mundos sin ser sentidos como tales, tan sólo sus iguales pueden llegar a comprender de quienes se tratan aunque son incapaces de calcular a que estatus pertenecen hasta enfrentarse o presentarse.

Regeneración: La regeneración puede darse a nivel celular, de tejido, de órgano, estructura e incluso del cuerpo entero pero en algunos demonios (y ciertos casos) no se da o es altamente limitada. Dependiendo de las energías que posea el ángel tras la batalla, así como de su estado anímico (pues necesita estar en completa relajación), se hará de forma rápida o lenta (requiriendo varios días o semanas).

Metamorfosis: en estos seres suele ser hacia el aspecto animal, aunque también pueden aparentar ser plantas. Cuidado cualquier ser vivo puede llegar a ser un ángel.

Cometa: El poder cometa es para los ángeles que comienzan a poseer un par de siglos a su espalda. Es un poder que va madurando con el tiempo hasta llegar a la perfección. Este poder les permite tomar la apariencia de rocas sustentadas por la nula gravedad, como cometas próximos a impactar sobre la faz de los planetas. Durante esta transformación pueden moverse a gran velocidad, si bien la perfección absoluta de la técnica no llega hasta los 100 años. Durante ese siglo los ángeles se ven agotados al usar su poder y no pueden desplazarse en grandes distancias.

Velocidad, resistencia y fuerza sobrehumana: Los ángeles poseen una velocidad y fuerza mayor a cualquier otro ser, tan sólo puede ser igualado a la velocidad y fuerza a sus opuestos, los demonios. Así también una resistencia increíble.

DON ESPECIAL

Luz Divina: Porto la luz divina, la cual invocada ante aquellos que tienen sentimientos nobles le transmite una profunda sensación de calma y los ayuda a pensar con claridad, desvendar verdades ocultas y alejar la sombra del mal de su mente. Usada contra criaturas de la obscuridad las debilita puesto que hace retroceder las sombras a excepción de aquellas tan antiguas que durante la creación absorbieron esta misma luz haciéndose inmune a sus efectos.

Control del Fuego: Gracias a los vestigios de la esencia demoniaca en mi interior pude desarrollar este peculiar don que me permite invocar y manipular el fuego.