Texto encadenado

Yo inicio un texto, tú lo sigues como quieras, y al final de no sé ¿20 post? Se acumulan todos y se ve el resultado. Después se sigue con otro capítulo y así... saldrá algo a lo hora de aventura fijo XD


Era una noche de brumas en el viejo Londres, la calma era aparente pero no real. Un joven caminaba por los bajos fondos con un paquete que guarecía de la humedad bajo su pesada gabardina, sus ojos color lima brillaban como si fueran los de un gato o un animal exótico. Sus pasos eran gráciles y prácticamente no se podía escuchar con claridad cada pisada. Sus cabellos, y casi todo su rostro, estaban ocultos bajo un enorme sombrero de ala ancha. La gabardina rozaba el suelo, el cual estaba encharcado debido a la cercanía de las cloacas y algunas tuberías que desechaban el agua de lluvia que había caído horas atrás.

Entonces...

Junsu escribió:

Era una noche de brumas en el viejo Londres, la calma era aparente pero no real. Un joven caminaba por los bajos fondos con un paquete que guarecía de la humedad bajo su pesada gabardina, sus ojos color lima brillaban como si fueran los de un gato o un animal exótico. Sus pasos eran gráciles y prácticamente no se podía escuchar con claridad cada pisada. Sus cabellos, y casi todo su rostro, estaban ocultos bajo un enorme sombrero de ala ancha. La gabardina rozaba el suelo, el cual estaba encharcado debido a la cercanía de las cloacas y algunas tuberías que desechaban el agua de lluvia que había caído horas atrás.

Entonces...

Entonces escuchó a lo lejos el ruido del motor de un coche, uno que conocía bien porque una vez lo condujo durante más de diez horas por carreteras solitarias, aquellas en las cuales da miedo incluso pararse a descansar unos segundos. Se precipitó por las calles corriendo como si su alma se la llevara el diablo, los faros de aquel cadillac se iluminaron cegando su verde mirada mientras este se aproximaba a toda velocidad.

En ese momento...

Rafael escribió:

Junsu escribió:

Era una noche de brumas en el viejo Londres, la calma era aparente pero no real. Un joven caminaba por los bajos fondos con un paquete que guarecía de la humedad bajo su pesada gabardina, sus ojos color lima brillaban como si fueran los de un gato o un animal exótico. Sus pasos eran gráciles y prácticamente no se podía escuchar con claridad cada pisada. Sus cabellos, y casi todo su rostro, estaban ocultos bajo un enorme sombrero de ala ancha. La gabardina rozaba el suelo, el cual estaba encharcado debido a la cercanía de las cloacas y algunas tuberías que desechaban el agua de lluvia que había caído horas atrás.

Entonces...

Entonces escuchó a lo lejos el ruido del motor de un coche, uno que conocía bien porque una vez lo condujo durante más de diez horas por carreteras solitarias, aquellas en las cuales da miedo incluso pararse a descansar unos segundos. Se precipitó por las calles corriendo como si su alma se la llevara el diablo, los faros de aquel cadillac se iluminaron cegando su verde mirada mientras este se aproximaba a toda velocidad.

En ese momento...

En ese momento la vida le había dado un revés, el mundo parecía pequeño y distante, y como si un demonio lo persiguiera su corazón bombeaba. Las luces de los faros deslumbraban sus ojos y comenzó a correr pensando que su vida se acababa bajo los neumáticos del vehículo. Corría sin prestar atención a nada más, sólo buscando un hueco donde poder perderse o esconderse. La enorme ciudad de trazado cuadriculado evitaba los rincones estrechos, salvo la parte más antigua donde consiguió refugiarse por unos segundos.

Y por eso...

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Vamos animaros.