The Bionic Soul.

Su cerebro se conforma por un setenta y cinco por ciento de materia orgánica (es decir, es el órgano original), y veinticinco por ciento de materia biónica artificial. De momento este último es el más operativo, dando una actividad neuronal completa de esas zonas, a la espera de que poco a poco el resto de las terminaciones nerviosas cerebrales se vayan regenerando y reavivando.

De momento no se diferencia demasiado de cualquier otro cyborg dotado de inteligencia. Ha sido programada para administrar una serie de tareas durante el proceso de reactivación, y su psicología se adhiere a ello con algoritmos y análisis constantes. Es alguien centrado, detallista, responsable y que atiende a sus dueños sin rechistar, ni con la más mínima intención de hacerlo. La mayor parte de su tiempo se ciñe a sus tareas y cometidos demostrando una robótica lealtad a sus dueños, y creador.

No obstante, un cinco por ciento de su cerebro original se encuentra activo y expandiendo lentamente la actividad por el resto del órgano. Esto ha desarrollado en ella una ingenua curiosidad hacia lo que le rodea, una tenue perspicacia hacia el humor y captar las connotaciones emocionales, aunque le cueste calificarlas o definirlas; junto a lo más interesante, una motivación bastante fuerte hacia la introspección y un extraño instinto trascendentalista.

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