Humanos Canon

Desde pequeño Mr. Washington deseó seguir los pasos de su estimado padre, el cual fue un revolucionario con la robótica. Su padre creó el primer robot capaz de soportar cinco horas sumergido, lo cual ayudaba bastante a las tareas de limpiezas y mejoras marinas. Bruce se propone desde hace más de una década el dar sentimientos a los cyborg, sin embargo lo hace a escondidas en su laboratorio privado. Desconoce la existencia de los demonios, tampoco sabe que está siendo vigilado y que sus repetitivos fracasos son a causa de la manipulación de estos seres.

Bruce está empeñado en lograr este hito desde que su esposa Marie Washington murió y decidió crear un cyborg con su información. Sabe que está abocado al fracaso pero no se rinde, desea volver a tener al menos unos minutos junto a su esposa y poder ofrecerle una disculpa por el escaso tiempo compartido en vida.

La hija de Bruce, Sophie, cree que su padre se ancla al pasado y es un estúpido. Casi no se habla con ella, vive con sus abuelos maternos los cuales no son una buena influencia para la relación de ambos. Aún así no se desanima ni con esto ni con nada, piensa que hay que seguir esforzándose y así se logran las grandes proezas.

Los demonios sólo esperan verlo arrodillarse implorando ver su suerte de cara. Varios informantes lo atormentan y prácticamente aplastan para que termine dócil en el redil, como el resto de brillantes cerebros humanos.

El objetivo principal de la humanidad debería ser desarrollar nuevas herramientas que permitan restaurar el daño causado, de eso se encarga el profesor Jackson. Su amor por la naturaleza lo compagina con su deseo poseer algo más allá que una vida llena de logros. Es un hombre gris que ha vivido una vida dura. Quedó huérfano cuando era casi un niño y jamás ha encontrado una pareja que logre compaginarse con su amor, esfuerzo y sobre todo escaso tiempo libre.

Su último invento ha logrado ser todo un éxito, aunque no tiene a nadie que le abale. Es una máquina que en las manos apropiadas podría descontaminar el fondo marino. Claro que para lograr esta pericia se necesitan fondos, un equipo y varias décadas.

Varios demonios se han visto atraídos hacia el señor Jackson, su invento podría lograr anotarse un tanto. La confianza en la industria demoníaca debe aumentar, para de este podo atraer a más seres humanos hacia ellos. De momento ha logrado algunos fondos gracias a varios informantes, los cuales informan mensualmente a sus superiores y colegas sobre los movimientos del científico.

Murphy es un hombre brillante, el cual posee una compañera. La señorita Samantha Jett es la colaboradora indispensable en su proyecto más novedoso y el cual posiblemente lo haga aparecer en los libros de historia. Ha logrado desarrollar un programa para conseguir mayor información genética hasta la actual, la cual se podría aplicar para la clonación celular de forma más avanzada y rápida, así como para la aplicación de recuperación de memoria en pacientes que han sufrido una perdida total o parcial de sus recuerdos.

Este avance podría usarse para los cyborg con cerebro humano, el cual podría ayudar a recordar sensaciones y ser mejores imitadores. Desconoce la labor de desarrollo de Washington que lleva acabo en la actualidad en hermetismo.

Murphy hace tiempo que se dejó tentar por un par de sujetos, ambos bien trajeados y que decían ser grandes empresarios con deseos de mejorar su industria robótica, así como la de sus colegas. Uno de ellos se presentó como M, el cual no es otro que Marbas, y con una sonrisa agradable en sus labios extendió un cheque con una cuantiosa suma de dinero. El resto es historia.

Samantha Jett es una enérgica mujer de aspecto de hielo, aunque sus ojos siempre parecen ser un campo electrificado. Llegó a la universidad con la moral bien alta y destacó en todos los campos, fue una mujer con un progreso impecable. Nada más salir de sus estudios fue contratada por el laboratorio donde el científico Eddie Murphy desarrolla sus conocimientos y sueños.

Junto a Murphy trabajan arduamente por llevar a cabo un proyecto que podría darles la oportunidad de sus vidas, sobretodo cambiaría por completo la vida de Samantha la cual ambiciona poder y prestigio desde que su colega le contó como era el sabor de las mieles del éxito.

Victoria Winter es una mujer con un fuerte carácter, cuando quiere algo lo desea al momento y no admite réplicas. Tiene el ego tan subido que ha olvidado que es escuchar a otro que no sea a su propio y perfecto reflejo. Ella tiene la palabra, no otros, y ella, únicamente ella, puede salvar el mundo de su desastre. Está seriamente influenciada por todos los Presidentes Infernales, en especial Caim y Gaap.

Gaap se ha presentado ante ella como un noble sacerdote que tan sólo la aconseja de forma eficiente, o así lo cree ella. Es su pastor, el guía espiritual que le ayuda a llenarse de energía positiva. Sin embargo, sólo es una fachada y bajo sus intenciones sólo hay manipulación y deseos de aplastar su estupidez paupérrima.

Caim sin duda es uno de esos empresarios que desea tener contento, no sólo en su cama sino también a nivel empresarial. Ella cree que sus negocios de ocio generan riqueza y hace la vista gorda a las acusaciones de venta de drogas ilegales. Es una mujer que desea el poder y no hay nadie mejor que Caim para otorgárselo de forma transitoria.

Ose también la ha usado, pero se aburrió de ella fácilmente. Sin embargo, el resto de presidentes la encuentran fascinante para jugar con ella mientras se cree la gran reina del mundo. En realidad, fue elegida en su cargo por influencia expresa de Marax, sabía que sería útil para los planes de sus camaradas.